A diario hacemos cosas de lo más cotidianas como coger el autobús; sin embargo, cuántos de nosotros sabemos la historia de los autobuses. Cuántos de nosotros sabemos acerca de su origen y de las curiosidades que seguro existen en torno a uno de los medios de transporte más populares.
La historia de los autobuses, un transporte urbano indispensable
Para conocer el origen del autobús tenemos que hacer un viaje en el tiempo. Concretamente, tenemos que irnos al París del XVII, cuando una carroza hacía el primer transporte público de la historia. Cinco líneas en total que no tuvieron demasiado éxito, pero que fueron el germen del ómnibus del coronel Stanislas Baudry, ya en 1825. Un medio de transporte colectivo que sí contó con el respaldo popular.
Inspirado en las viejas diligencias, Baudry –propietario de unos baños termales en la ciudad de Nantes– ideó este sistema de transporte con el fin de hacer accesible su establecimiento a más clientes. Ese ómnibus tenía en origen una capacidad para 15 personas. Poco tiempo después Nueva York y Londres se sumaban a esta iniciativa que fue el origen de los autobuses que conocemos hoy y, por lo tanto, de las empresas de autocares modernas.
Las ventajas del transporte urbano
La popularidad del transporte urbano es lógica si tenemos en cuenta las ventajas que ofrece a los viajeros. Ventajas que explican por qué esa iniciativa de hace más de dos siglos hoy sigue en auge:
- Es más barato que moverse en coche.
- La comodidad de desplazarse sin tener que conducir o buscar aparcamiento.
- Permite disfrutar del trayecto. Pero no solo eso, también se puede leer durante el viaje. Todo un lujo.
- Nada de multas.
- Menos posibilidad de sufrir un accidente.
Conocer la historia de los autobuses y sus ventajas es indispensable para entender el papel de este medio de transporte en la vida cotidiana.
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